Ayer partieron nuestros compañeros rumbo a Mumbai para participar en una nueva edición del Voluntariado Corporativo Internacional, una experiencia transformadora que combina cooperación, aprendizaje y solidaridad. Del 13 al 21 de junio, once empleados de diferentes áreas se sumergen en una vivencia única junto a los niños del slum de Govandi, de la mano de la ONG Cooperación Internacional.
Los protagonistas de esta aventura son Sandra Barriendos, Juan Artajo, Jaime Ciprés, Ana Gayarre, Sergio Gila, Guzmán Roche, Javier Alastuey, Ramón Sanz, Emilio Satué, Rocío Gracia y Laura Cáceres, que este año se suman al equipo de Cooperación Internacional en Mumbai.
Sandra Barriendos
¿Desde qué año se realiza esta actividad de voluntariado y cómo ha evolucionado desde entonces?
Esta actividad de voluntariado en Bergner dio sus primeros pasos de la mano de empleados que, movidos por un fuerte compromiso social y de forma voluntaria, decidieron participar junto a la organización Cooperación Internacional en un viaje solidario a la India. Allí, colaboraron activamente con el Youth Leadership Program, un proyecto en el que Bergner ya era patrocinador.
Fue en 2022 cuando se asentó oficialmente en el Proyecto de Voluntariado Corporativo Internacional de Bergner. Ese mismo año, un grupo de diez empleados emprendió un nuevo viaje, esta vez a la ciudad de Tánger, para participar en el Inclusive Health Project proyecto también patrocinado por Bergner.
Desde entonces, la iniciativa ha seguido una evolución constante, ampliando su alcance y consolidando su impacto. En 2023, como parte de este crecimiento, se organizaron dos programas de voluntariado internacional: uno en India y otro en Tánger. Estos viajes permitieron a los empleados de Bergner participar activamente en proyectos de cooperación con los que la empresa colabora de forma continua.
Gracias a esta propuesta, cada trabajador tiene la posibilidad de elegir entre ambos destinos, lo que no solo refuerza el compromiso social de la compañía, sino que también fomenta una cultura organizacional basada en la solidaridad y la participación.
A través de la escucha activa y el aprendizaje continuo, hemos perfeccionado las actividades adaptándolas a las necesidades específicas de cada comunidad. Esto ha permitido que cada encuentro sea más significativo, tanto para quienes reciben la ayuda como para quienes la brindan.
Lo más valioso de esta iniciativa es su capacidad para generar un impacto humano real. Más allá de la ayuda material, lo que se construye es un puente de solidaridad, empatía y transformación. En cada edición, el proyecto crece no solo en escala, sino en profundidad, consolidándose como una manifestación concreta del compromiso social que define a Bergner.
El propósito sigue siendo el mismo desde el primer día: crear un impacto positivo, tangible y duradero en comunidades que lo necesitan. Y con cada paso, con cada participante, nos acercamos un poco más a ese objetivo compartido.
¿Qué te ilusiona especialmente de acompañar a este nuevo grupo de voluntarios a Mumbai?
Este será mi segundo año viviendo esta experiencia, por lo que aún no me considero alguien con mucha trayectoria en acompañar grupos. Sin embargo, quizás precisamente por eso, lo que más me ilusiona de volver a Mumbai con este nuevo grupo de voluntarios es la posibilidad de compartir con ellos algo profundamente transformador, tanto a nivel individual como colectivo.
Hay algo realmente poderoso en observar cómo personas de diferentes áreas, perfiles y trayectorias se entregan con generosidad, se emocionan, se involucran con autenticidad y se atreven a salir de su zona de confort para ofrecer su tiempo, energía y corazón a los demás. Cada uno llega con expectativas distintas, pero todos terminamos conectando con algo mucho más grande: el sentido real de ayudar.
Uno de los momentos más especiales es cuando aparece esa “primera chispa” en los ojos de los voluntarios. Ese instante casi mágico en el que se dan cuenta de que lo que están haciendo tiene un impacto real. No solo están generando un cambio positivo en quienes reciben la ayuda, sino que también están transformándose por dentro. Es una toma de conciencia poderosa, que muchas veces marca un antes y un después en la forma de ver el mundo...
También me resulta muy emocionante compartir esta experiencia con aquellos empleados que repiten este voluntariado. Ya que lejos de perder el entusiasmo, regresan con una energía renovada, con más ganas que nunca, y se convierten en referentes para los nuevos. Ver cómo reviven las emociones de la primera vez, y cómo las comparten con los recién llegados, es un verdadero motor de inspiración. Su entusiasmo es contagioso y demuestra que esta experiencia no solo deja huella, sino que invita a seguir caminando.
Volver a Mumbai no es simplemente repetir una experiencia. Es revivirla con una nueva mirada, con otras personas, con más conciencia. Y eso, para mí, es un privilegio enorme.
Guzmán Roche
¿Qué esperas aprender de una realidad tan distinta como la de los slums de Mumbai?
Después de haber vivido esta experiencia el año pasado, sé que estar en contacto directo con esta realidad no solo te impacta, sino que te transforma. En esta segunda ocasión, espero profundizar aún más en el aprendizaje humano y emocional que supone convivir con personas que, pese a las dificultades, transmiten una fuerza y una generosidad increíbles. También poder observar cómo ha evolucionado el proyecto y volver a aportar desde un lugar más consciente y preparado.
¿Qué valores crees que transmite Bergner organizando este tipo de acciones?
Bergner demuestra un fuerte compromiso con la responsabilidad social, la empatía y la solidaridad. A través de este tipo de iniciativas, transmite la importancia de mirar más allá del entorno corporativo y de contribuir activamente al bienestar de otras comunidades. También refuerza valores como el trabajo en equipo, el respeto por la diversidad y la sensibilidad social, haciendo que los empleados nos sintamos parte de una empresa con propósito.
Javier Alastuey
¿Por qué has decidido volver a Mumbai como voluntario?
La experiencia que tuve en el pasado fue tan enriquecedora a nivel personal que me picó el gusanillo de volver. Antes de entrar en Bergner, realicé este voluntariado en los años 2016 y 2017, de la mano de CI. De hecho, conocí Bergner a raíz del voluntariado y no viceversa como será el caso del resto de mis compañeros. Mucha gente se preguntará que por qué he hecho este tipo de voluntariado, qué ganan los chicos con ello, si no estamos pintando sus casas ni construyéndoselas. Ayudar a los demás es también ayudarles a ser felices, a enseñarles a sonreír y el fútbol es un vehículo perfecto para ello. El deporte une culturas, religiones y clases sociales. El rostro de los chavales lo dice todo, es algo inexplicables. Porque, además, el deporte ayuda a crecer como personas. Al regresar de Bombay, me di cuenta que quienes me habían ayudado realmente eran ellos a mí, porque aprendí a ver la vida desde otra perspectiva, y a valorar lo que tengo.
¿Qué tipo de actividades vais a realizar con los niños durante la semana, tanto educativas como deportivas?
Actividades de futbol e inglés.
Emilio Satué
¿Qué te llevó a dar el paso de participar en esta acción social internacional?
Había participado en el pasado en actividades de voluntariado en Zaragoza con la misma ONG y quería vivir en propia persona cómo se pueden trasladar este tipo de acciones en un país muy distinto y con condiciones desfavorables.
¿Qué te gustaría vivir o sentir en el día a día con los niños del slum?
Personalmente creo que será mucho más impactante lo que esos niños me aportarán y la mella que eso hará en mi experiencia vital. Seguro que serán días de muchas emociones, emociones en algunos casos contradictorias, pero que todas ellas dejen un poso que nos haga reflexionar y concienciarnos sobre nuestra forma de vida. Sentir la vida en grado máximo con la vitalidad, dureza y naturalidad que probablemente los niños nos brinden.
Ana Gayarre
¿Qué te ha motivado a repetir esta experiencia?
Mi primera experiencia en Mumbai, el año pasado, fue tan especial que repetirla era casi una necesidad para mí. Fue una experiencia que me marcó muchísimo, de esas que te remueven por dentro y te cambian la forma de ver las cosas. Me muero de ganas por volver a ver a los niños, por compartir tiempo con ellos, por aportar mi granito de arena y, sobre todo, por volver a sentir esa conexión tan especial que se crea allí. Es difícil explicarlo, pero es una mezcla de emoción, aprendizaje y realidad que te atrapa. Me motiva todo: el proyecto, las personas, el ambiente… todo.
¿Qué aprendiste en tu primer voluntariado que aplicarás en esta edición?
Lo que más me llevé fue aprender a valorar lo que tengo y a dejar de dar por hecho tantas cosas. Allí te das cuenta de que muchas veces nos preocupamos por cosas que realmente no importan tanto, y eso te cambia la perspectiva. También me impactó muchísimo el amor tan puro y sincero que tienen los niños, cómo se entregan con una sonrisa, sin pedir nada a cambio. En esta segunda vez quiero ir con los ojos y el corazón igual de abiertos, con muchas ganas de seguir aprendiendo de ellos y de devolverles un poquito de todo lo que me dieron.
Rocío Gracia
¿Cómo te estás preparando mentalmente para una experiencia tan intensa y enriquecedora?
La verdad que hacer un voluntariado en el extranjero había sido siempre una de mis ilusiones y gracias a las anécdotas y vivencias que mis compañeros me han ido contando las últimas semanas, he hecho un proceso de mentalizarme con lo que supongo que van a ser mi "reto" más duro; el shock cultural. Por ello voy con una mente muy abierta dispuesta a disfrutar y poder aportar y dar el máximo de mí.
¿Qué te gustaría aportar a los niños, además de tu tiempo?
Me gustaría aportarles alegría y diversión. Considero que la infancia de los niños nunca debería estar manchada de malos recuerdos así que me encantaría que en un futuro cuando se acordaran de su etapa en el cole, recuerden con mucho cariño lo mucho que disfrutaban y se reían jugando al futbol. Es ese pequeño granito de arena que aportamos a sus buenos recuerdos de la infancia.
Sergio Gila
¿Qué esperas encontrar, a nivel personal, en esta experiencia fuera de tu día a día profesional?
Espero encontrar alegría y darle importancia a lo que realmente tiene, darme cuenta de que la felicidad viene de las pequeñas cosas y no de lo material.
¿Cómo te gustaría contribuir al equipo durante la estancia?
Aportando todos los pequeños granitos de arena que podamos dar, alegría, diversión, etc.
Jaime Ciprés
¿Qué sabes ya sobre las actividades que realizaréis allí?
En mi caso, he tenido el privilegio de formar parte de manera directa de todos los proyectos que la ONG Cooperación internacional realiza en Mumbai desde prácticamente sus inicios, así que conozco bien las actividades que se realizan. La ONG realiza durante todo el año tres proyectos en la ciudad de Mumbai; uno de potabilización de aguas en zonas marginales, otro en el que brindan formación a mujeres víctimas de la trata de blancas y, por último y en el que nosotros vamos a ser voluntarios, otro con niños de un slum en riesgo de exclusión social. Nuestra labor con estos niños y niñas del slum será ayudarles a potenciar lo que desde Cooperación Internacional llaman “las 3Cs”: Cuerpo, a través de entrenamientos de futbol, Cabeza, mediante clases de inglés y Corazón, acompañándolos mientras ellos mismos realizan actividades de voluntariado en uno de los centros de las Hermanas de Santa Teresa de Calcuta para personas con discapacidad. Con este programa se logra una formación integral de los niños y niñas a la vez que se les “abren los ojos” para que sean conscientes de que, a pesar de todas las dificultades que puedan afrontar ocasionadas por su situación actual, tienen muchísimo valor como personas y mucho que aportar a los demás.
¿Qué esperas aportar personalmente a los niños del slum?
Si bien es cierto que en una semana no se puede cambiar el mundo, el valor que aporta que un grupo de voluntarios vaya de propio una semana a estar con ellos es inmenso en todos los ámbitos. A los propios niños y niñas les hace ser conscientes de la importancia que se les da dentro del proyecto y les motiva a seguir acudiendo todo el año de manera regular al proyecto. No solo sirve de gran ayuda a los niños y niñas, sino también a los propios trabajadores locales de la ONG en India, que tras todo un año acudiendo de manera regular, pueden llegar a estar cansados o desmotivados, y ver las ganas con las que un grupo de voluntarios viajan desde España solo por estar en el proyecto, les hace darse cuenta de la grandeza de lo que forman parte.
Ramón Sanz
¿Qué te motivó a unirte al voluntariado y salir de tu zona de confort?
Sobre todo, me motiva la oportunidad de tener un impacto real en la vida de otras personas, aportar cosas que les ayuden a mejorar su vida, o por lo menos intentarlo, además es una oportunidad increíble de crecer personalmente, estar dispuesto a salir de mi zona de confort, a pesar de los retos que implica, me permite desarrollar nuevas habilidades y aprender a adaptarme a situaciones desconocidas
¿Cómo crees que esta experiencia te transformará a nivel humano y personal?
Es mi 4ª participación en el voluntariado de la India, y además he participado en otras aventuras similares en varios países, realmente creo que en estos años he aprendido a valorar la diversidad y a comprender mejor las diferentes realidades, creo que ahora soy más empático y más consciente de la importancia de la comunicación y la colaboración en la construcción de un futuro más inclusivo.
Juan Artajo
¿Qué te impulsó a presentarte voluntario para esta experiencia?
Aunque ya es la tercera vez que voy a India, desde el primer año, con esta experiencia he sentido la posibilidad de ayudar, aunque sea en pequeña escala, a hacer un poquito más fácil la vida de estas personas que viven realidades muy distintas a la mía. Estas experiencias y contrastes que vivimos gracias al voluntariado corporativo que organiza Bergner te ayuda a valorar el día a día
¿Cómo te estás preparando emocional y logísticamente para el viaje?
Emocionalmente intento ir con la mente abierta, sin expectativas claras, sabiendo que cada año es diferente y trae sus propias experiencias. También me ayuda a valorar el día a día y los buenos momentos.
Logísticamente, lo intento preparar con antelación: vacunas, documentación, maleta… Es una experiencia única que se vive antes, durante y después, así que intento estar presente en cada fase.
Laura Cáceres
¿Qué significado tiene para ti participar en este tipo de voluntariado?
Para mí, participar en este tipo de voluntariado tiene un significado profundo.
Me brinda la oportunidad de crecer personalmente. Aprender sobre la cultura de Bombay y desarrollar una mayor empatía hacia los desafíos que enfrentan otras comunidades.
Además, me motiva la idea de poder contribuir positivamente en la vida de otros y trabajar juntos a personas diversas.
¿Cómo crees que está vivencia va a influir en tu forma de ver el mundo?
Siento que está experiencia no solo enriquecerá mi vida y mis habilidades, sino que también me brindará un propósito al ser parte de algo significativo que sea como sea tiene la obligación de generar un impacto positivo.
Por otro lado, la satisfacción de saber que estoy contribuyendo a algo más grande que mi persona. Algo que inevitablemente va a cambiar mi perspectiva y comprensión del mundo.